¿Qué es el miedo?
Quién no ha sentido alguna vez esa sensación de inquietud, aceleración de la respiración, desasosiego, y en ocasiones, hasta de bloqueo y parálisis… Ese momento en el que la ansiedad y la incertidumbre por lo que va a pasar nos carcome poco a poco… Deseamos que pase, que desaparezca…Pero cuanto más lo pensamos, cuanto más rogamos para que se vaya, pareciera que más se fortalece, que se engrandece…
Pues al contrario de lo que muchos piensan, el miedo es bueno y necesario (en su justa medida, claro). Sirve para indicarnos la presencia de peligros y amenazas. No todos tenemos lo mismo, ya que el miedo también depende de nuestras creencias. Esas creencias sobre qué es peligroso y qué no, se van estableciendo en función de lo vivido, la crianza y demás experiencias. Por ello, siempre es bueno hablar del miedo para así corregir posibles errores cognitivos. Tratar de “humanizarlo”, ver que es algo que se puede aprender a gestionar, de forma que se convierta en una herramienta de ayuda que nos indique cuál es el camino más conveniente para nosotros, y no en una barrera que nos limite avanzar y experimentar.
Cuando aparece en nuestras vidas la palabra “cambio”, por regla general, nos genera desconcierto, desasosiego, incertidumbre y, muchas veces, el famoso MIEDO…
Cada día algo cambia en nuestras vidas de manera casi imperceptible a veces; son cambios muy sutiles pero siempre dentro de nuestra rutina…Lo complicado llega cuando ese cambio supone romper con esa rutina, con esa aparente sensación de “tenerlo todo controlado”, y hemos de adentrarnos en un mundo desconocido…Es en ese preciso momento cuando el cerebro nos avisa y nos dice: “¡Eh!, que por aquí no he ido nunca antes, no conozco este terreno, así que ve con cuidado…” Esto es, en realidad, el significado de miedo. Simplemente nuestro cerebro nos advierte de que se trata de territorio desconocido…
A nivel biológico, el miedo activa el sistema simpático y con éste los reflejos; aumenta el ritmo cardíaco y el respiratorio, dilata las pupilas y los bronquios. El miedo nos prepara para huir o defendernos, pero si es constante se convierte en algo nocivo. Los ejercicios de respiración son perfectos para gestionarlo. Meditación, yoga, mindfulness, caminar, estar en contacto con la naturaleza, etc…son algunas de las técnicas que puedes utilizar para desconectar y ver que es posible vivir felizmente, conseguir tus metas y experimentar.
Así que ¡alíate con tu miedo y explora!
Y recuerda:
Vive la VIDA… Vive SAMUI EXPERIENCE BODY & MIND
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